-qué hora es?
-dos y cuarto.
-ya se habran dado cuenta?
-Mh.

Siempre hacia ese sonido, no significaba ni si ni no, más bien ' me da lo mismo '. Mh. Desde que lo conocia que hacia ese sonido, ahora mismo lo vio calvo, gordo y sudoroso, sentado en un bar sin más frases que 'Dame otra cerveza' y ' Mh'. Dios, qué manera de odiar a ese tipo. El queria ir a Londres, iba en busca de una mujer. Ella, ella queria irse a cualquier lugar.
Y no verlo más.

-Qué hora es?
-Hey, para, por favor...

Perfecto. Pero un tipo como el no merece pisar Londres. No merecia esas calles, esa lluvia, esa ropa gris. Un tipo como el...no. Pero, qué podia hacer? Era el quien tenia el bolso, y en el bolso estaba el dinero. Ella le hizo una seña, ''voy a fumar''. Cuando salió a la calle sintio como el aire frio le pegaba en las mejillas, el viento húmedo. Alguien chocó con ella, se detuvo un segundo y se disculpó, sonriendo. En alguna parte la gente siempre era amable y sonreia durante todo el día. En Londres seguro que no. Ella seria así algún dia?. Claro, Primero tenia que que alejarse de el.

-Hey, te he estado buscando hace treinta minutos.

Esta furioso y miente, por supuesto. Un cigarro dura 10 minutos y este va recien en la mitad.

-Tenemos que irnos ahora.
-Esta bien
-''Esta bien''? Escucha, si perdemos el vuelo...
-Me puedes dejar acá.
-Cómo?
-Que podrias ir tu solo.
-Hey...nunca más... vuelvas a decir eso.

El tomaba su cara, y le hacia daño. Le acariciaba la mejilla haciendole daño, buscaba sus ojos, pero ella no iba a mirarlo. Buscaba su boca, y ella corria la cara. La comedia que siempre funcionaba. Pero ahora no. Ya no.

-Oye, era una broma, tranquilo.

No importa. Iba a dejarlo, tarde o temprano lo dejaria y no lo veria más. Cuando llegaran a Londres. A penas pisaran Londres.
Ella le sonrió, y camino siguiendolo rumbo al avion.