tu estabas tirado en tu cama y yo sentada al borde de la ventana.
me mirabas y prendi un cigarro, como para hacer algo y no enfrentar tus ojos.
no queria porque, en ese momento, me senti presa de tu profunda admiracion, y tuve verguenza.
dijiste
-te ves hermosa
y yo dije algo muy estúpido sobre las cerezas de tu casa, que ya estaban rojas, que si estiraba mi mano podia alcanzar unas cuentas.
después dijiste que te habria gustado irte a santiago
-en santiago hay más gente interesante pero también mas gente idiota- te dije
acà todo brilla iluminado.
eran las ocho y media y el verano con su boca lamia mis pies desnudos.
''es tan linda esta luz''
-mi amor por ti es algo así
y apague el cigarro y fui a acostarme al lado tuyo.
''aprietate contra mi''
y decidimos, no se en qué momento pero es seguro que se me ocurrió a mi, decidimos ir a comer torta, y me diste tu mano, tu mano en la mía y unas cinco avenidas que atravesar.
te tengo marcado con sangre y no veo el camino de retorno.
me detengo al borde del edificio, cierros los ojos y ruego por caer.